Montevideo, 29 de Agosto de 2013 - Uruguay
29 Ago 2013 06:53:13
Maduro vincula su plan de magnicidio con el ataque a Siria
© AFP
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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, subió
el tono el miércoles en sus reiteradas denuncias contra Estados Unidos y
la oposición, llegando al punto de afirmar que los supuestos planes de
asesinarlo están vinculados a un ataque contra Siria.
"El plan era eliminarme a mí en simultáneo al
ataque contra Siria", aseguró el mandatario venezolano, en un encendido
discurso en un acto público en el estado Táchira (oeste), fronterizo con
Colombia.
Acompañado del alto mando militar, Maduro atribuyó
el supuesto complot a Washington, en alianza con la "derecha" venezolana
e "internacional", para detener el avance de la revolución heredada del
líder Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado de cáncer.
"Es una ofensiva imperial, camaradas (...) contra
los países independientes que hemos levantado las banderas de un mundo
multipolar", manifestó Maduro, al agregar que el plan era "cazarnos a
uno por uno: Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Venezuela,
Cuba, Nicaragua".
Los lLíderes políticos de la oposición han
minimizado, con sarcasmo, los anunciados planes de conspiración, en
tanto que algunos analistas críticos al gobierno lo enmarcan en el
caldeado clima político, sobre todo de cara a los comicios municipales
de diciembre.
"No hay nada más unificador (internamente) que la
amenaza de un enemigo común poderoso que busca atacarte, sea verdad o
no", sentenció el analista Luis Vicente León, presidente de la
encuestadora Datanálisis.
Para el politólogo Ángel Álvarez, de la Universidad
Central de Venezuela (UCV), la denuncia es una "una cosa tan
rocambolesca que no merece análisis político serio", dijo a la AFP.
-- "Un magnicidio por mes" --
Las denuncias de supuestos planes de magnicidio
vienen desde hace meses, pero el lunes reconcentraron la agenda política
del país cuando el gobierno anunció la captura de dos jóvenes que
señaló como sicarios de una banda de diez colombianos que pretendían
ejecutarlo tras su ajustada victoria electoral del 14 abril.
Un día después, Maduro pidió cuentas al presidente
estadounidense, Barack Obama, de la "conspiración" en su contra, según
él orquestada por la "derecha fascista venezolana" (como llama a la
oposición), con el anticastrista cubano Luis Posada, el exmandatario
colombiano Álvaro Uribe y el exgobernante de facto hondureño Roberto
Micheletti.
"Hay una guerra declarada contra la estabilidad del
pueblo venezolano. Vamos a evitar que eso suceda. Estamos en guerra por
la paz", expresó Maduro, quien anunció reuniones con el alto mando
militar para analizar el supuesto complot.
El plan "internacional" extendió incluso sus
tentáculos, según Caracas, con reuniones de los conspiradores en Costa
Rica y encuentros -en julio- del líder opositor Henrique Capriles con
colaboradores cercanos al fallecido exdictador chileno Augusto Pinochet.
"El gobierno denuncia magnicidios una vez al mes.
Un libreto típico de Fidel Castro, muy de gobierno cubano. Este señor
quiere batir el récord", afirmó Capriles, quien no reconoce su derrota
electoral frente a Maduro.
Capriles sostiene que el gobierno monta "cortinas
de humo" para tratar de relegar del debate público los problemas
económicos y de inseguridad que afectan a los venezolanos. El líder
opositor señala que parte de esa "estrategia" son las denuncias del
gobierno contra opositores por supuestos casos de corrupción, que la
oposición considera "persecución política".
-- "Los reyes del yo no fui" --
El gobierno ha denunciado en los últimos días tener
pruebas de sabotaje en el incendio ocurrido hace un año con saldo de 40
muertos en la refinería de Amuay, la principal del país, y otras
instalaciones vitales del país petrolero.
Maduro ha ofrecido mostrar las pruebas tanto de la
corrupción como de los planes de magnicidio y sabotaje, a la oposición y
a cualquiera. "Ellos tiran la mano y esconden la mano. Son los reyes
del yo no fui", manifestó el miércoles, al recordar el breve golpe de
estado contra Chávez en abril de 2002 y sus sospechas de que el cáncer
que acabó con la vida del líder fue "inoculado".
Para el presidente parlamentario, Diosdado Cabello,
número dos del chavismo, "la derecha venezolana está unida y no les
importa que haya un baño de sangre en el país". "La respuesta será
avasallante", desafió, al acusar a la oposición de banalizar las
denuncias. "Dios quiera que no tengamos que presentar el cuerpo del
presidente o el mío para que crean que había plan de magnicidio", afirmó
Cabello, incluido, según el gobierno, en el plan.
El analista John Magdaleno afirmó a la AFP que el
debate de la lucha contra la corrupción y el magnicidio "se podría leer
como una estrategia del gobierno para relativizar temas" de los que la
población señala ahora directamente al gobierno, cosa que no hacía con
Chávez.
Según las encuestas, las principales preocupaciones
de los venezolanos son la inseguridad (16.000 homicidios en 2012), el
desabastecimiento y la inflación (del 29% en lo que va del año, la más
alta de
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